50 días….50 segundos me han parecido
solamente. Porque cuando estas rodeado de gente tan maravillosa el tiempo pasa
demasiado rápido. Todo esfuerzo tanto económico como personal que puedas hacer
parece poco en compensación con lo allí vivido. Mis funciones en un primer
momento estaban ligadas al refuerzo
escolar y actividades lúdicas pero por uno u otros motivos acabé desempeñando
más funciones las cuales me llenaban de orgullo y satisfacción, valga el
topicazo jeje. Jamás pensé que el hecho de que el despertador me sonara a las 5
de la mañana me pudiera a veces dar tanta alegría porque comenzaba un nuevo día
con los chavales… Chavales a los que en principio estaban para recibir mi ayuda
y mi cariño pero que haciendo un balance general de todo puede que nos intercambiásemos
los papeles por momentos…
A las 6 de la mañana tocaba partido de fútbol
totalmente descontrolado que me recordaba a los que yo jugaba en el colegio;
aquellos que empiezan 5 contra 5 y acaban 20 contra 20.
Después impartía clases
de matemáticas o inglés y me quedé muy sorprendido del hambre de los niños por
aprender y sus respuestas al preguntarles a que se querrían dedicar en un
futuro…Con esas ganas llegareis lejos. Chicos y chicas de todas las edades pero
que realmente cualquier conversación que tuve con ellos en mi idioma Portuñol
me hacían darme cuenta que suponen un ejemplo para cualquier persona. Esto sin
lugar a dudas es gracias al extraordinario trabajo de la Fundación y de todos los
voluntarios que van pasando y que dejan grabado en los niños un recuerdo
maravilloso.
En mi caso particularmente un recuerdo mutuo. Tuve más trato con
algunos chicos que con otros sobre todo mis chavales del San Francisco y me
dejan en la retina grabados bailes, juegos, discusiones de todo tipo pero
sanas, hacer el bestia en la playa, yo el primero, partidas de damas (que por fin
acabé ganando más de una) sesiones de fotos y esas cenas en Talita con mis
niñas Lulu, Ana María, Dorotea y
compañía que me obligaban a bailar jaja… pero sobre todo gestos y sensaciones
de amistad y solidaridad entre ellos más propios de hermanos que de amigos.
Un
ejemplo fue Bendita, la niña de mis ojos de 5 años, y que ocupara durante mucho
tiempo el fondo de pantalla de mi móvil. La anécdota fue la siguiente. La
penúltima semana decidí comprar unos presentinhos para todos incluidos los
peques de la escolinha. Llevé exactamente trece muñecas en una bolsa para que
todos tuvieran la suya y les dije que se pusieran en fila. Bendita se saltó la
cola y se colocó en cabeza. La primera muñeca que sacó no fue para ella si no
que se la entregó a Zaida que por un problema de movilidad en las piernas no
pudo hacer la fila y se quedó a un lado. Bendita se aseguró personalmente de
que su amiga no se quedara sin regalo.
Podría contar muchísimos más pero animo
a la gente a que los descubra por su cuenta… Poco más que decir por mi parte…quién
haya estado allí sabe muy bien de las sensaciones y gestos de los que estoy
hablando y quién no pues le animo a que los disfrute.
Fue un placer compartir tiempo con mis
compañeras Voluntarias Avo Rema, Luisa, Stefania y Mei con las que disfruté y
aprendí mucho y también a mi mano Nacho que fue el que me impulsó a hacer este
viaje inolvidable. Sin embargo quería hacer una mención especial al trato de
Teresa y Laura de las que he recibido un trato más propio de una madre que de
unas compañeras, a Ismael con el que me lo pasé genial el poco tiempo que
estuve con él y que espero haberle sustituido en sus funciones correctamente
durante el mes de Junio y a su esposa Samira a la que le agradezco mucho
también y ya le enviaré una equipación del atleti para que el pequeño Ismaelito
vaya por buen camino desde el primer día ;). Dejo en último lugar a Marta a la
que lo único que le echo en cara es no haber vuelto antes porque solo pude
aprender de ella 16 de los 50 días que estuve. Escuchar sus anécdotas y ver su
labor y su compromiso diario te hace darte cuenta de muchísimas cosas y de lo
que es una persona (si se me permite la expresión) de puta madre. Sólo puedo
decirle que no cambie ni un poquito…Aún ronda por mi cabeza la música del Cami
y tu “Pablo come más que no comes nada” “es que comes muy poco” “no sé cómo no matabichas”.
Un beso muy fuerte a todos y volveremos a
vernos…espero que más pronto que tarde.